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La comida del futuro

Posted by on 21 July, 2016

LA COMIDA QUE VIENE  Si durante todo el libro he hablado de cómo es la comida y de dónde viene, solo me falta hablar de lo que vendrá. ¿Cómo será la comida del futuro? La ciencia ficción, cuando ha tratado el tema de la alimentación del futuro, no ha sido muy amable. En Un mundo feliz, de Aldous Huxley, los cadáveres se utilizaban para reciclar el fosfato, un fertilizante esencial. En, ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!, de Harry Harrison, en un futuro superpoblado el estado proveía de un único alimento, el soylent green, unas galletas hechas a partir de soja y lentejas, aunque la gente decía que también a partir de caracoles. En la adaptación de la novela al cine  —la película se llamó en español Cuando el destino nos alcance y la protagonizó Charlton Heston—, las galletas, en cambio, estaban hechas a partir de cadáveres. Algo parecido a lo que pasaba en Delicatessen, una deliciosa distopía de los directores franceses Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, donde la gente se alimentaba a partir de los cadáveres, los cereales eran un bien tan preciado que se utilizaban como moneda y la máxima expresión de rebeldía era hacerse vegetariano. La comida ha ido cambiando con las modas y se ha ido enriqueciendo con todas las mejoras científicas y tecnológicas. A pesar de la actual querencia por lo natural o lo antiguo en la comida, esto no va a dejar de suceder. Con la revolución industrial llegaron las neveras y con ello la capacidad de conservar los alimentos más tiempo o que recorrieran distancias más largas. Esto incidió en que algunos alimentos que solo se podían elaborar en invierno se hicieran durante todo el año, como la cerveza Lager, y que la  comida llegara a sitios donde antes no llegaba. Por lo tanto, mirando por dónde va la tecnología podemos tener una idea de por dónde irá la comida del futuro. Aquí van unas palabras, que ya habrás oído en su mayoría, pero que cada vez oiremos más para describir los alimentos.

Si durante todo el libro he hablado de cómo es la comida y de dónde viene, solo me falta hablar de lo que vendrá. ¿Cómo será la comida del futuro? La ciencia ficción, cuando ha tratado el tema de la alimentación del futuro, no ha sido muy amable. En Un mundo feliz, de Aldous Huxley, los cadáveres se utilizaban para reciclar el fosfato, un fertilizante esencial.

En, ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!, de Harry Harrison, en un futuro superpoblado el estado proveía de un único alimento, el soylent green, unas galletas hechas a partir de soja y lentejas, aunque la gente decía que también a partir de caracoles. En la adaptación de la novela al cine —la película se llamó en español Cuando el destino nos alcance y la protagonizó Charlton Heston—, las galletas, en cambio, estaban hechas a partir de cadáveres.

Algo parecido a lo que pasaba en Delicatessen, una deliciosa distopía de los directores franceses Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, donde la gente se alimentaba a partir de los cadáveres, los cereales eran un bien tan preciado que se utilizaban como moneda y la máxima expresión de rebeldía era hacerse vegetariano.

La comida ha ido cambiando con las modas y se ha ido enriqueciendo con todas las mejoras científicas y tecnológicas. A pesar de la actual querencia por lo natural o lo antiguo en la comida, esto no va a dejar de suceder. Con la revolución industrial llegaron las neveras y con ello la capacidad de conservar los alimentos más tiempo o que recorrieran distancias más largas.

Esto incidió en que algunos alimentos que solo se podían elaborar en invierno se hicieran durante todo el año, como la cerveza Lager, y que la comida llegara a sitios donde antes no llegaba. Por lo tanto, mirando por dónde va la tecnología podemos tener una idea de por dónde irá la comida del futuro. Aquí van unas palabras, que ya habrás oído en su mayoría, pero que cada vez oiremos más para describir los alimentos.

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